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viernes, 19 de noviembre de 2010

Cultura y economía


- ¡Pero yo te amo! 
Los puños se levantan, la sangre huye de su cuerpo.
-¡Por eso debes hacerme caso!
El cráneo cruje, sangra, se dispersa.
-Así es mejor, obedece y no te pasará de nuevo.
Se toma una pala se hace un hueco para lanzar las partes del cuerpo.
-¡Por eso soy el presidente!
Se levanta el hombre, termina de firmar los papeles y se dirige hacia su auto, fuera de la casa presidencial.
¡El país está en crisis!...

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